BUENA CHARLA CON MICAELA SAXER

Micaela Saxer nació en Iquitos, Perú, en el legendario set de "Fitzcarraldo" de Werner Herzog (1982). En la década de 2000, Micaela trabajó para la directora de casting Shaila Rubin en Roma. Durante ese tiempo colaboró ​​con la señora Rubin en producciones como: The Talented Mr. Ripley (Anthony Minghella), Mr. and Mrs. Smith (Doug Liman), Titus (Judy Tamor), Hannibal (Ridley Scott), The Passion of el Cristo (Mel Gibson), La Vitaè bella (R. Benigni). Tras la muerte de Rubin en 2006, Micaela decidió dejar Roma y la industria cinematográfica y tomarse un año de descanso en su lugar de nacimiento: Iquitos, Perú. En 2007 inauguró el Hotel - Restaurante "La Casa Fitzcarraldo" en el edificio donde estuvo la producción de "Fitzcarraldo" entre 1977 a 1982.

Micaela ahora vive entre Nueva York e Iquitos, donde trabaja en la producción de cine independiente. Ha colaborado frecuentemente como productora asociada con la productora Cinema Imperfecta de Nadia Szold, Junk Productions de Quentin Andre, Pressman Films y recientemente con Radical Media en Nueva York. En la ciudad de Iquitos, Micaela fundó la productora Yacumama Films Eirl. En 2019 ganó el premio DAFO 2019 a la Conservación de Obras Audiovisuales con el proyecto “Sepa, Nuestro Señor de los Milagros”. Este documental dirigido por su padre Walter Saxer en 198, es el único documento audiovisual sobre la colonia penitenciaria de Sepa.

Actualmente, Micaela se encuentra desarrollando un proyecto documental “Down By These Rivers - Gloria” sobre la relación entre madre e hija, enfocando la cámara en su propia madre y abuela materna, ambas de la Amazonía peruana. El proyecto está coproducido con la productora argentina CEPA Cine de Felicitas Raffo.

El proyecto más ambicioso de Micaela es transformar "La Casa Fitzcarraldo" en un centro de creación y educación audiovisual único en la ciudad de Iquitos. El objetivo de este proyecto es promover el diálogo intercultural entre la Amazonía y el mundo a través del uso del cine. Hija de una peruana y un suizo, Micaela centra todo su trabajo buscando el diálogo entre culturas, deshaciendo los difíciles nudos creados por el colonialismo aún hoy muy presente. Micaela cree que el cine puede ayudar a sanar heridas antiguas mediante el uso del poder de la narrativa.